RESILIENCIA Y KINTSUGI

Conceptos ampliamente relacionados e inclusive complementarios.

Entiendo por resiliencia, la capacidad humana de asumir situaciones muy difíciles pero no solamente para afrontarlas y superarlas, sino también para salir más fuertes.

El kintsugi o kintsukuroi ( del japonés , carpinteria o reparación de oro ) es una técnica, que termina convirtiéndose en arte y filosifía, que consiste en reparar valiosas piezas de porcelana que se rompen y al reparase adquieren un nuevo valor, inclusive mayor que el original.

El concepto de resiliencia durante el transcurso del tiempo ha venido adquieriendo mayor profundidad en su concepción, sobre todo a la luz de la psicología, que considera que no la tenemos en nuestros genes, pero que sí podemos y debemos desarrollar a lo largo de la vida y que nos ayuda, no solamente a superar nuestros problemas, sino también a aceptar nuestros fracasos.

El kintsugi nos enseña a convertir los sucesos dolorosos en algo positivo, a convertir las heridas del pasado en aprendizaje. No solamente como una forma de sanar, sino una forma de apreciar la belleza de nuestras cicatrices, reconociéndolas como parte de nuestra esencia e historia.

Reflexiono que ambos conceptos debo tenerlos presentes en una forma permanente y sobre todo, debo de tratar de vivirlos en lo personal, porque por mi edad y salud, estoy atravesando

por una serie de crisis, que estoy seguro superaré con el apoyo de mis familiares , amigos y por supuesto, con la gracia de Dios. Actitud y conducta que también,creo todos debemos desarrolar ante los graves problemas que enfrentamos y tendremos a corto y mediano plazo a consecuencia de la pandemia del Covid 19.

Lo que he podido aprender por experiencia propia y conocer como principales consejos de especialistas en estos temas son:

Tenemos que ser muy objetivos y tratar de conocer y aceptar la realidad de las situaciones… no engañarnos.

Debemos conocernos a nosotros mismos y tomar conciencia de nuestras fortalezas, debilidades y sentimientos.

Asumamos las dificultades como oportunidades de aprender y mejorar.

Es muy importante saber pedir y aceptar ayuda de otras personas ( doctores, especialistas, amigos positivos ) No estamos solos y somos interdependientes.

Ante los cambios necesarios seamos flexibles y creativos.

Tengamos mucha paciencia ( toma tiempo ) y seamos perseverantes.

Para terminar quiero enfatizar que de todos los problemas y crisis que estamos padeciendo, los podremos superar con una buena actitud y en muchos aspectos saldremos mejor, por supuesto con el reconocimiento de que no podremos regresar a lo que llamábamos “NORMALIDAD , los cambios nos exigen que adoptemos nuevas actitudes, en última instancia, recordemos que valemos por lo que somos, no por lo que tenemos y representamos.

Aceptemos y valoremos nuestras cicatrices

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Autor: Enrique

Hombre mayor (75 años) casado, profesionista y empresario, lector asiduo y por ende bibliófilo. Con interés en seguir aprendiendo

2 opiniones en “RESILIENCIA Y KINTSUGI”

  1. El concepto nuevo de Kintsugi que nos presenta se me hace algo muy bello. Como alguien que carga con un buen de cicatrices me llega profundamente. Me invito a reflexionar sobre mi propia experiencia y cicatrices. Algunas de ellas son visibles, y otras que afligen el alma, y aunque no se puedan ver existen. Creo que el poder crecer como persona despues de una experiencia que nos haya quebrado requiere de mucho trabajo y a veces no nos permitimos dedicarle el tiempo necesario. Nuestras vidas a veces se mueven con tanta rapidez que vamos dejando el trabajo importante para despues y desgraciadamente a veces es demasiado tarde. Su mensaje se me hace muy esperanzador porque no solo nos presenta el concepto que nos lleva a la reflexion sino que nos hace una invitación de acompañamiento. Este proceso no se puede hacer solo, se requiere de compañía y de animo.
    Este blog me recordo al libro de Henri Nouwen titulado The Wounded Healer (Sanador Herido) donde habla sobre el llamado al ministerio. Ahi nos recuerda que todos aquellos que escuchamos ese llamado a servir a los demás también debemos de reconocer nuestras propias heridas para poder así servir mejor a los demás.
    Muchas gracias por compartir.

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