Entendiendo por inteligencia la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar y formarse una idea determinada de la realidad. Frecuentemente los hombres queremos saber que tan inteligentes somos y nos cuestionamos ¿ se puede mejorar la inteligencia ? ¿ existen diversos grados y tipos de inteligencias ? Así como muchas otras preguntas al respecto.
Razón por la cual y tratando de responder a mis cuestionamientos, me permito compartir diversa información sobre el tema y termino con una reflexión personal.
Durante la segunda mitad del siglo pasado,se desarrollaron y estandarizaron diversas pruebas para poder estimar la inteligencia general ; tests de coeficiente “IQ” que ponderaban diversos conocimientos en función de la edad de cada persona, para otorgar una calificación que partiendo de cero puntos, podría llegar hasta 150 , en esta forma se considera que más de 115 puntos se tiene un promedio alto, más de 130 una inteligencia superior y más de 145 una inteligencia excepcional. Así se podía definir desde un tonto, hasta un genio.
En igual forma se consideraba que existía una estrecha relación entre el grado de inteligencia y las probabilidades de tener éxitos en la vida o sea que se pensaba que este indicador permitiría saber y anticipar si una persona seria exitosa durante su vida , presunción que no es incorrecta, pero si parcial y sesgada de la realidad ; en diversas ocasiones podemos ver que por múltiples razones, personas que consideramos muy inteligentes, desarrollan su vida con múchos problemas y desperdician su capacidad.
En esos años tambien se cuestionaban en cuanto a los grados de inteligencia, quien fué más inteligente de diversos personajes importantes y conocidos, como por ejemplo Isaac Newton o Federico Chopin ; Cervantes o Piccasso ; y asi se hacían comparaciones entre inventores, científicos, músicos, pintores, escritores, etc.etc.
Inquietudes que terminó aclarando parcialmente el neuropsicólogo Howard Gardner al escribir el libro “ Fames of MindMeister : The theory of múltiple inteligences” en el que explica claramente que los hombres tenemos diferentes tipos de inteligencia, que él clasificó y explicó con nueve definiciones :
La Naturista, entender la naturaleza, detectar distinciones, clasificar especies.
La Interpersonal, comprender emociones,sentimientos y pensamientos propios.
Lógico – Matemática , razonar,cuantificar cosas, resolver problemas,hacer hipótesis y probarlas .
Existencial, dar respuestas a las preguntas ¿Quién soy ?, ¿ Para qué estoy aquí ?, ¿ Por qué morimos ?
Intrapersonal, sentir empatía, captar las emociones y los motivos de los demas.
Corporal-Quinestésica, coordinar tu mente con tu cuerpo.
Lingüístico-Verbal, encontrar las palabras correctas para expresar lo que quieres ; Musical,discernir entre sonidos y su tono, tiempo,ritmo y timbre-
Visual-Espacial,visualizar,recrear y manipular espacios mentalmente.
Y si pensamos un poco sobre ellas, creo que podemos concluir que todos tenemos un poco de varias de ellas y quizás predominan varias de ellas.
Por otro lado durante las últimas décadas la psicología ha venido pensando que las emociones son algo intrínseco a nuestro comportamiento y considerando que debe ser un tema central de estudio, ha desarrollado un nuevo concepto sobre la inteligencia Emocional que nos permite comprender un poco más como somos, considerando que las emociones juegan un papel vital en nuestro día a día.
Al respecto el psicólogo Daniel Goleman, señala que los principales componentes que integran la Inteligencia Emocional son los siguientes:
1. Autoconocimiento emocional (o autoconciencia emocional).- Se refiere al conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones y cómo nos influyen. Es importante reconocer la manera en que nuestro estado anímico afecta a nuestro comportamiento, cuáles son nuestras capacidades y cuáles son nuestros puntos débiles. Mucha gente se sorprende de lo poco que se conocen a ellos mismos.
2. Autocontrol emocional (o autorregulación).- nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones, para no dejarnos llevar por ellos ciegamente. Consiste en saber detectar las dinámicas emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles son duraderas, así como en ser conscientes de qué aspectos de una emoción podemos aprovechar y de qué manera podemos relacionarnos con el entorno para restarle poder a otra que nos daña más de lo que nos beneficia.
3. Automotivación.- Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la motivación y establecer nuestra atención en las metas en vez de en los obstáculos. En este factor es imprescindible cierto grado de optimismo e iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y actuar con tesón y de forma positiva ante los imprevistos.
Gracias a la capacidad de motivarnos a nosotros mismos para llegar a las metas que racionalmente sabemos que nos benefician, podemos dejar atrás aquellos obstáculos que solo se fundamentan en la costumbre o el miedo injustificado a lo que puede pasar.
4. Reconocimiento de emociones en los demás (o empatía).- Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los demás expresan de forma inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La detección de estas emociones ajenas y sus sentimientos que pueden expresar mediante signos no estrictamente lingüísticos (un gesto, una reacción fisiológica, un tic) nos puede ayudar a establecer vínculos más estrechos y duraderos con las personas con que nos relacionamos.
5. Relaciones interpersonales (o habilidades sociales).-Una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e incluso, en muchos casos, para un buen desempeño laboral. Y esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos sugieran muy buenas vibraciones; una de las claves de la Inteligencia Emocional.
Para concluir puedo responder con certeza ,que sí existen diversos grados y tipos de inteligencias y que sí podemos desarrollar nuestras capacidades, pero entendiendo que cada uno de nosotros tiene talentos y posibilidades diferentes, lo cual explica porque somos tan diferentes entre nosotros y como no podemos, ni debemos, suponer que una inteligencia es superior o más valiosa que otra ; creo que lo más importante es, que cada uno de nosotros trate de mejorar en lo que es bueno y trate de desarrollar lo que considera que le falta y considera deseable tener.