INFARTO Comentarios y Reflexiones.

Recientemente sufrí un infarto cardiaco durante un vuelo a San Diego y aunque pudiera escribir un amplio artículo , describiendo detalladamente la forma, en que gracias a Dios, recibí una extraordinaria atención médica, ( que podemos ver en programas de televisión ), creo que lo mejor que puedo compartir son mis reflexiones personales alrededor de esta experiencia.

Comentarios que solamente tienen el valor de ser consecuencia de una difícil experiencia personal y no de una idea teórica o formal, y que también obedecen a que no solamente viví los 20 o 30 minutos del infarto, sino también que pasé 72 horas hospitalizado y tendré que tratar de recuperarme en el transcurso del tiempo.

Primero que nada creo que debo subrayar la “Sorpresa” puesto que en mi caso, andaba de vacaciones y después de varios exámenes médicos recientes , ni los doctores que me revisaron, ni yo, teníamos el más mínimo temor de problemas cardiacos. Con lo cual confirmo que no podemos saber cuando y cómo y cuándo nos tocará un grave problema o la muerte, lo cual nos obliga a tratar de mantenernos siempre saludables y preparados.

Posteriormente creo que viví el choque de la aceptación de la realidad, reconociendo que me estaba dando un infarto y a pensar, cómo debía de actuar y que debía de hacer. Recordando el probervio de que a Dios rogando y con el mazo dando ; poniéndome en manos de Dios, pero comunicando mis temores a mi esposa y pidiendo el apoyo de mi hijo, aeromozas y posible doctor entre los pasajeros. Al respecto subrayo la bendición de venir acompañado de mis seres queridos, de contar con la lindisíma colaboración de un doctor en el vuelo y de estar relativamente cerca de nuestro destino, con la esperanza de que si alcanzaba a llegar, seguramente recibiría la mejor atención médica , ya en un hospital.

Al llegar a San Diego, después de ser trasladado en ambulancia al Mercy Hospital y de ser admitido en Emergencias, empezó propiamente mi atención médica que insisto, no puedo dejar de reconocer y agradecer por su profesionalismo y sentido humano.

No me sentí como cualquier paciente que toma un turno para ser atendido, sino como una persona que se presenta con un grave problema y que inmediatamente, un equipo médico muy competente , trata de atenderlo con muy buena actitud.

Inmediatamente tomé conciencia de lo afortunado que era y entregue mi confianza a la protección de Dios y la atención de mi salud en manos del equipo que me estaba atendiendo, y así se realizó el clásico proceso médico con una gran cantidad de análisis ( de sangre, electrocardiogramas, radiografías, sonoramas ) una serie de medicinas para evitar que se me presentara otro ataque y me diera una embolia ( formación de coágulos ) y finalmente con la realización de una Anglografia Coronaria en la que me instalaron dos stens.

Durante mi permanencia en el hospital y en compañía de mis seres queridos, que permantemente me apoyaban, trataba de hacer el ambiente lo más agradable posible, externando mi agradecimiento a todos y cada uno, dejando en claro mi disposición a estar en manos de Dios.

Así mismo con los pies en la tierra estaba consciente de que ésta privilegiada atención médica iba a costar mucho dinero, con la tranquilidad de contar con una póliza de Seguro de Gastos Médicos Mayores, deseando compartirle a mis familiares y amigos la importancia de cuidar nuestra salud permanentemente y lo deseable que es una buena póliza de seguro.

Pero todo este entorno de fe y tranquilidad,se vuelve en un ambiente agridulce, porque al leer el periódico del día descubro que nuestro presidente ( AMLO ) decidió cancelar el Seguro Popular que venía ofreciendo esperanza de atención médica a miles de personas que no tienen seguro social ( aunque por supuesto ofrece que próximamente pondrá un nuevo sistema de seguridad que será mejor ) y todo esto aunado a mi conocimiento de las graves fallas en el Sistema de Seguridad Social ( IMSS, Hospitales Generales, ISSTE, etc ) por falta de médicos y de medicinas…… Todo esto en un momento que recibo una extraordinaria atención médica que es un auténtico privilegio y que desgraciadamente veo que en mi querido país cada día será mas rara, viendo como muchísimas personas al sufrir un accidente o adquirir una grave enfermedad , no solamente ponen en riesgo su vida y su salud, sino que también pierden su patrimonio y su calidad de vida.

Esta última reflexión exige muchísima más atención, por lo que a aquí me limito a mencionarla, con la idea de tocarla en próximos artículos y con una actitud responsable, solidaria y subsidiaria entre todos, no solamente evitemos que empeore, sino que podamos mejorarla.

Con la salud de nuestra familia, sociedad y pueblo, no debemos jugar.

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Autor: Enrique

Hombre mayor (75 años) casado, profesionista y empresario, lector asiduo y por ende bibliófilo. Con interés en seguir aprendiendo

4 opiniones en “INFARTO Comentarios y Reflexiones.”

  1. Hola Enrique, no sabía de tu infarto, me da mucho gusto que fuiste muy bien atendido y que ya estés en recuperación.
    Te mando un abrazo.

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    1. Como siempre Pa , un ejemplo para todos sus seres queridos. Me tocó ese hijo que te acompaño en el vuelo y sólo puedo decir actuaste sin duda siempre con fe y tranquilidad algo que me deja claro el tipo de hombre que eres. Te queremos

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