Hoy 24 de Diciembre celebramos la Navidad y todos esperamos disfrutar de una gran fiesta familiar con buenos amigos ; festividad que nos permite paladear ricos alimentos y gozar de una gran alegría.
Vemos a nuestro alrededor, que aún las personas poco o nada religiosas, disfrutan y celebran esta fiesta y que cuando tenemos niños también intercambiamos regalos y esperamos que en la noche llegue Santa Claus
Pero tratando de entender a más profundidad el valor y la alegría de la Navidad reflexiono lo siguiente:
En el Antiguo Testamento no se menciona la Navidad porque la salvación va a llegar y consideran a un Dios moral preocupado por el cumplimiento de su voluntad expresada en la ley y que la salvación individual y colectiva depende de la conducta que ellos observen ; en cambio en los Evangelios ( Nuevo Testamento ) con el nacimiento y presencia de Jesús Nuestro Señor, vemos que la salvación ha llegado ya, porque Dios no tiene que venir de ninguna parte y con su presencia en cada uno de nosotros, nos ha comunicado todo lo que Él mismo es.
La alegría de esta festividad no debe tener nada que ver con la ausencia de problemas o con el placer que me pueden dar los regalos y el banquete, tampoco debe fundamentarse en que todo me salga como quiero.
La alegría no debe ser un objetivo a alcanzar, sino la consecuencia de un estado de ánimo, que es más fácil de alcanzar si tomamos conciencia de la importancia y trascendencia de la Encarnación de Dios en Jesucristo, el Emmanuel ( Dios con nosotros ).
Pero no debe bastar el conocimiento racional de Dios, estamos obligados a conocerlo mejor, a tratar de imitarlo y agradarle en nuestra vida . La seguridad que debemos tener en Dios en nuestras personas, no depende de nuestras acciones u omisiones, no depende de nosotros , no nos angustiemos pensando que solo los buenos y perfectos pueden poseer a Dios y ser felices.
Deseo para todos el vivir y experimentar la navidad, no solamente en esta época navideña, sino toda nuestra vida. No esperemos a que Dios venga a nosotros, ya lo tenemos a plenitud.
Compartamos la Alegría del Nacimiento del Niño Dios, recordando la afirmación de San Agustín “ama y haz lo que quieras” yo me atrevo añadir, Compártelo con todos, todo el tiempo.
Feliz Navidad
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