Tragedias.

De manera casi increíble, nos ha tocado vivir en un periodo de tiempo muy breve, grandes tragedias ocasionadas por fenómenos naturales que han cobrado muchas vidas y causando múltiples daños irreparables.

 Me refiero a los grandes terremotos en nuestro país ( Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Morelos y Puebla ) , a los fuertes huracanes ( que afectaron las islas del Caribe, el sureste de los Estados Unidos y a Puerto Rico) y a los grandes incendios fuera de control que están presentándose en California.

 Frente a estas tragedias y refiriéndome solamente a nuestro país: hemos podido ver lo mejor y lo peor de nuestra naturaleza ; constatando la preciosa solidaridad del gran parte del pueblo Mexicano, en especial de los jóvenes ; pero también hemos visto con tristeza como se cometían robos y asaltos en plena crisis, y como se ponía de manifiesto la incompetencia y corrupción de diversas dependencias de gobierno y empresas en el ramo de la construcción ( construcciones fuera de estándares y reglamentos ) y la irresponsabilidad e incompetencia de diversos medios de comunicación.

 Ahora bien, actualmente se nos informa que los ciudadanos, debemos de poner mucha atención y participar activamente en los trabajos de reconstrucción, que debemos exigir a todos los que participen , empresas, organizaciones y dependencias de gobierno , gran honestidad, eficacia y la rendición de cuentas.

 Creo que con todo esto estamos de acuerdo, pero yo me atrevo a sugerir, que también actuemos teniendo en mente el concepto de la “Resilencia” . Como la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límites y sobreponerse a ellas. No solo con capacidad de afrontar las crisis, sino que también de salir fortalecidos de ellas.

 Sabemos que las personas no nacen resilentes, pero las crisis pueden ser una gran escuela y oportunidad para hacernos resilentes.

 Podemos extraer de las desgracias una cierta sabiduría, cuyas raíces nacen de la propia experiencia.

 No nos limitemos a tratar de reconstruir, lo destruido ; tratemos de Construir mejorando lo perdido, teniendo en mente el bien común, de todos y en todo

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Autor: Enrique

Hombre mayor (75 años) casado, profesionista y empresario, lector asiduo y por ende bibliófilo. Con interés en seguir aprendiendo

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